miércoles, 1 de febrero de 2012

La compañia y la pareja (entre Arcos y Viana)

Contenido publicado en el blog "atilanov" el 28-8-2011

La compañía y la pareja

Hoy la etapa me llevará hasta Logroño y quizá más lejos. Salgo temprano, me siento fuerte y con muchas ganas de caminar. Después de un par de horas, paro en un pueblo para tomar café y comprar pan para comer lo que llevo en la mochila. En el bar donde entro, me encuentro con otro peregrino que vi ayer mientras hablaba con mi nieta. Empezamos a charlar durante el café y desde allí seguimos caminando juntos y contándonos nuestras historias, nuestras dudas e ilusiones… y hablamos de muchas cosas, de la continua búsqueda de la felicidad, de nuestros quehaceres cotidianos, de la sociedad en la que vivimos y de la pareja, de la, muchas veces, difícil convivencia en pareja.

 En el día a día, no resulta nada fácil conjugar los intereses y los deseos de los dos miembros de una pareja. Los hijos, unas veces unen y otras veces se convierten en arma arrojadiza. Las ilusiones se van evaporando a lo largo de los años de convivencia, el mundo va evolucionando y las personas también, pero sobre todo a nivel individual, lo que, en muchos casos, va alejándonos de la armonía y la complicidad que existe en los comienzos de las relaciones amorosas. De mi experiencia le aporto el nombre de un libro que a mí me ayudo a resituarme de nuevo después de mi separación y la clave que entiendo como imprescindible para poder seguir conviviendo en pareja: independencia psicológica (la conclusión que yo saqué después de leer “tus zonas erróneas”).

Son muchos los autores que nos ayudan a entender cómo hemos de afrontar las relaciones, con la pareja o con cualquier otro ser humano con el que nos relacionemos (hijos, hermanos, compañeros de trabajo, amigos, vecinos o desconocidos). Entre los libros que he leído, he recogido algunas frases de “Sincrodestino” de Deepak Chopra para expresar lo que todos sabemos y casi nunca aplicamos:

ü Tanto aquellos a quienes amamos, como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros mismos.

ü Sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos de noso-tros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tenéis características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.

ü Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para la evolución de nuestra conciencia.

ü Un encuentro con una persona que no te agrada, es una oportunidad para descubrir una nueva faceta de ti.

ü Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Es muy difícil ser feliz si no eres dueño de tus propias emociones.

ü A veces nos damos demasiado a los demás, y perdemos el control de nuestras emociones porque dejamos que los demás influyan demasiado en nosotros.

ü Establece claramente tus necesidades y no pidas a los demás cosas que no te pueden dar (p.e. hazme sentirme amado, eso es cosa tuya). Además hay que saber pedir; nunca puedes exigir. A la mayoría nos encanta cumplir una petición pero no aceptamos una exigencia. Hay que comunicarse de forma consciente.

También haríamos bien en seguir los consejos del maestro E. Tolle cuando dice: 
“Si cometes un error, no te quedes en él, ni hagas autocrítica, ni te quedes en el remordimiento o la culpa, ya que haces tuyo el error y lo conviertes en parte de tu identidad. La falta de perdón, sobre todo el tuyo a ti mismo, implica una carga de tiempo psicológico que alimenta el cuerpo del dolor”.

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